Creo firmemente en la separación de la Iglesia y el Estado.

Uno de los peores males que sufre actualmente los Estados Unidos es la aplicación política de la religión, una noción desalentado expresamente por los filósofos americanos originales. Tanto la izquierda como la derecha son culpables de esto, aunque sí parece ser más visible dentro de la política de derecha.

Bajo ninguna circunstancia crearía una legislación predicada sobre cualquier sesgo religioso. Más aun, procuraría derogar cualquier legislación que ha sido escrito para apaciguar a un grupo religioso particular.

Estos temas incluyen pero no son limitan a:

  • La venta, distribución y los impuestos sobre el alcohol (por ejemplo, restringiendo la venta los domingos)
  • Legislación usada y apuntada indirectamente a los homosexuales (por ejemplo, las leyes anteriores contra la sodomía)
  • Pólizas influyendo el currículo educativo (por ejemplo, describiendo el creacionismo como "ciencia"

Creo que todas las personas son protegidas por la primera enmienda y pueden practicar cualquier forma de religión que eligen sin la interferencia del gobierno.